SCC EN EL MUNDO
"Que todos sean uno" Jn. 17, 21
“Este fue también el deseo de la Madre Paulina: que sus Hermanas sean un solo corazón y una sola alma. Esta profunda unidad, arraigada en viva fe, es un don del Espíritu Santo y tiene su origen y modelo en la vida de la Trinidad. Se fortifica por nuestra celebración de la Eucaristía y por la vivencia del Carisma y la misión que compartimos (Const., art. 28)